Enclavada en el altiplano central de México, San Miguel de Allende es una ciudad del siglo XVI conocida por sus encantadoras calles empedradas, su arquitectura barroca española y su gastronomía internacional. La artesanía local la convierte en un destino ideal para ir de compras. Imán para artistas internacionales, amantes de la gastronomía y románticos, su ambiente cosmopolita añade intriga al auténtico carácter mexicano de la ciudad. La ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2008.